El amor no siempre llega como lo imaginamos. A veces se presenta como una herida que aún duele, otras como una conexión que se resiste a apagarse. No hablamos solo de romances idealizados, sino de esos lazos invisibles que nos transforman: almas gemelas, conexiones kármicas, pactos que desafían el tiempo.
Cada lectura es un reflejo de lo que aún vive en tu interior. Lo que no se ha cerrado del todo, lo que esperas en silencio, o lo que tal vez necesita una nueva forma de ser comprendido. Las cartas no endulzan ni juzgan. Pero sí pueden revelar esa parte de la historia que aún late… y que quizás no ha dicho su última palabra.
No prometen cuentos de hadas. Prometen verdad. Y a veces, esa verdad es más grande y más hermosa de lo que te atreves a imaginar. Tal vez lo que tanto anhelas no se ha perdido… solo está esperando el momento justo para renacer.